(Entrada reciclada del blog en el que trabajo de la e2i. Aunque esta entrada está orientada o habla, sobre todo de la empresa, es fácil darse cuenta que es aplicable a cualquier organización (ONG's, consumidores, asociaciones socioculturales, y cualquier otra, sin necesidad de buscar el rédito económico. Por eso creo que encaja bien en este blog)


En el blog Iniciativa Social se puede leer un interesantísimo artículo sobre cómo son y cómo convertir una entidad tradicional en una organización 2.0. Para aquellos que trabajamos y nos pasamos el día en la Red, algunas cosas parecen muy claras, y todos, más o menos, tenemos una idea sobre lo que debería ser una empresa u organización de este tipo. Sin embargo, dudo que sea algo de dominio público, ni tan elaborado como lo explican en esta entrada. Aún hoy, se encuentran muchas organizaciones de antíguo cuño, como podríamos llamarlas, en las que Internet es como las páginas de anuncios por palabras de los periódicos: una preocupación menor que supone gasto en publicidad. Como un mal necesario.

Sin embargo, en la genial entrada que os pongo al principio, se señala claramente que esto es un gran error. Hoy en día se dice que, una empresa que quiera ser competitiva, que quiera innovar, debe estar en Internet. ¿Pero qué es eso de estar en Internet? Es lo que la gente suele confundir y las organizaciones hacer mal. Actualmente, estar en Internet no es simplemente tener una página web, y una dirección de correo electrónico. Estar en Internet debe significar que la empresa tiene interacción a través de este medio, que sus potenciales clientes pueden suscribirse a sus noticias, descuentos y ofertas; pero no sólo eso, sino que también pueden seguir su perfil en redes sociales (Facebook, Twitter, Slideshare…) y que pueden interaccionar con este perfil. Esto es, que haya una persona detrás del mismo. La comunicación a día de hoy, es bidireccional… o debería serlo. Esto es algo que conocen quienes se dedican a trabajar on-line, pero que no han entendido casi ninguna organización u empresa.
Pero no basta con esto. El artículo que os comento va más allá. Para ser una Organización 2.0, la Red debe formar parte de la dinámica laboral de la empresa. La creación de productos, métodos de trabajo, comunicación, debe ser una estrategia bottom-up. Es decir, que sea desde abajo hacia arriba, no sólo desde arriba hacia abajo. Esto implica que se deben usar herramientas de comunicación Web, de compartición de documentos, archivos, información, abiertos y participativos. A una empresa le interesa aprovechar el máximo de las ideas y capacidad de trabajo de los empleados, le interesa saber la opinión y las soluciones a problemas comunes que tienen sus clientes. Y para aprovechar todo ese potencial, nada mejor que las herramientas web. Convertir la Organización en una especie de red social, donde los implicados (jefes, directivos, empleados, clientes, proveedores…) puedan participar, puedan mejorar el trabajo o los procesos, y dónde cada uno aporte y trabaje sobre lo que más le interese.

Parece arriesgado, o difícil, pero el futuro pasa por ese esquema organizativo. Internet, con la Web 2.0 (y ya se empieza a oir hablar de la Web 3.0, Internet sin web…) ha cambiado el paradigma de la comunicación: ahora toda comunicación (personal, institucional, empresarial…) va a tender a convertirse en recíproca, bidireccional (o multidireccional) y las empresas y organizaciones de todo tipo deberán adaptarse. Toda empresa que quiera innovar, revolucionar el mercado, deberá adoptar un esquema parecido a esto, independientemente de su producto o modelo de negocio. Después ya se verá cómo evoluciona, pero el primer paso es tomar esas “medidas”. Recomiendo encarecidamente la lectura de este blog, y en concreto de ese documento. Da una visión interesante de lo que puede llegar a ser el futuro cercano.